LA ESCRITURA

by - agosto 17, 2025

 

Frits van den Berghe, "De Bevrijding (The Liberation)" (1929)

 

El cursivo desplazamiento de la danza

y los caracteres garrapateados

patas de araña de manuscritas infantiles—

son deleitosos, incluso cuando no podemos

descifrar: grafemas orientales p. ej

o cuando los patinadores escriben en el hielo.

Es como si una lupa amplificara

la evidencia milagrosa de esas formas.

Seguro, en la punta del lápiz, mundo y espíritu

deben haber contraído matrimonio,

la muñeca obedeció un dictado estelar

y el murciélago invidente encontró

su camino sólo por el eco.

Pero el estilo de la letra reside en el carácter:

el universo tiembla distinto en cada mano,

desde la mano del falsificador de cheques

hasta la de los emperadores Nemerov o Hui Tsung,

que se referían a sus caligrafías como: “dioses esbeltos”.

Un hombre nervioso escribe nerviosamente

acerca de un mundo nervioso.

Mágico, como si el mundo fuera un gran escrito.

Pero habiendo dicho tanto y todo esto, admitamos

que hay más en el mundo que escritura:

las fallas continentales, por ejemplo,

no son fisuras convulsas en la mente.

Además, los patinadores deben irse a casa,

yo debo dejar la Tierra de las Ardillas,

Alicia y My Funny Valentine crecerán

(y probablemente me esquiven la mirada)

y los patines escribieron en el hielo

que no graba: el hielo es agua.

 

 

Germán Carrasco (1971). Doce en punto. Poesía chilena reciente (1971-1982). México: UNAM, 2012.

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