Paul Klee, Praetendent (1939) |
En la pendiente fatal, el caminante aprovecha
La bondad del día, escarchado y sin guijarros,
Y, los ojos azules de amor, descubre su estación
Que lleva por sortijas, en todos los dedos, grandes astros
En la playa el mar ha dejado sus orejas
Y la arena cavado el lugar de un bello crimen.
El suplicio es más duro para los verdugos que para las víctimas
Los cuchillos son signos y las balas lágrimas.
PAUL ÉLUARD (1895-1952). "Capital del dolor". 2006. Madrid: Visor Libros.