BAUDELAIRE O LAS CALLES DE PARÍS
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Arcadi Mas i Fondevila, "Farolillos En Paris" |
"Facilis descensus Averno"
Virgilio, Eneida
Lo extraordinario en la poesía de Baudelaire es que las imágenes de la mujer y de la muerte se entrelazan en una tercera, la de París. El París de sus poemas es una ciudad hundida, más bien bajo el mar que bajo la tierra. Los elementos ctónicos de la ciudad –su formación topográfica, la vieja cuenca abandonada del Sena– encontraron en Baudelaire una impronta. Pero lo decisivo en el "idilio mortuorio" de la ciudad en Baudelaire es un sustrato social, moderno. Lo moderno es uno de los acentos principales de su poesía. Con el spleen parte en dos el ideal ("Spleen et idéal"). Pero es precisamente la modernidad la que cita la protohistoria. Esto ocurre a través de la ambigüedad propia de la situación social y del producto de esta época. La ambigüedad es la aparición en imagen de la dialéctica, la ley de la dialéctica detenida. Esta detención es utopía; de ahí que la imagen dialéctica sea imagen onírica. Una imagen semejante presenta la mercancía como tal: como fetiche. Una imagen semejante presentan los pasajes, que son tanto casa como calle. Una imagen semejante presenta la prostituta, que es vendedora y mercancía al mismo tiempo.
Walter Benjamin (1892-1940). El París de Baudelaire. Buenos Aires: Eterna Cadencia Editora, 2012.
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