"La Ville" (1919) Fernand Léger. |
Mal estamos
Si el mundo solo se mueve
Debido a impulsos
Artificiales.
No es broma,
Da asco hasta hablar
Del asunto.
Lo peor es la sensación
Desgarradora
Que no te quitas con nada,
Y es esa nada
La que termina por imponerse
Sobre todas las cosas
Conocidas.
Que te digo,
Si que tiene mala pinta
La marca que llevamos
De infortunio,
Pero algo sigue estando muy claro:
Involucrarse en este juego
Nefasto
Del olvido de la condición humana
No será nunca una opción.
Ya llegará nuestra hora
De poder mandar
A la mierda
Tanta falsedad e injusticia.
En el entretiempo, nos tocará,
Como toda la vida,
Ser puteados y marginados.
Pero vamos
Que esa carga la llevamos
Cómo verdaderos
Campeones.
J. DAVID BERMÚDEZ (Caracas, 1992). Antropólogo, UCV. Sus poemas son inéditos.
Avigdor Arikha. "Samuel Beckett in profile" (1970) |
something
there
where
out
there
out
where
outside
what
the
head what else
something
there somewhere outside
the
head
at
the faint sound so brief
it
is gone and the whole globe
not
yet bare
the
eye
opens
wide
wide
till
in the end
nothing
more
shutters
it again
so
the odd time
out
there
somewhere
out there
like
as if
as
if
something
not
life
necessarily
1974
Samuel Beckett (1906-1989).
“Obra poética completa”. 2000. Madrid: Ediciones Hiperión, S. L.
Sobre
una gran ciudad, sumida en la penumbra,
que
respira lenta como si ya durmiera,
tú,
que cantaste para Homero
y
para Cromwell y también quizás
obre
la ceniza gris de Juana,
de
nuevo inicias tu dulce lamento,
tu
apacible treno; nadie te escucha,
sólo
en las hojas negras de los sáucos
donde
se esconden invisibles artistas,
se
agitó, algo envidioso, un ruiseñor.
Nadie
te escucha, esta ciudad está de luto
de sus
grandes, espléndidos días,
cuando
ella misma sabía quejarse
con una
verdadera voz humana.
Adam Zagajewski (1945). “Antenas”. 2007. Barcelona, España: Acantilado.
Giorgio de Chirico, "The Uncertainly of the poet" (1913) |
He
visto a un poeta escribir
acerca
de la inutilidad de la poesía.
Ellos,
en el final de sus vidas,
se
vuelven caóticos y telúricos,
reflexionan
sobre el cosmos,
denigran,
con justa razón, del poema
mientras
sus manos convulsionan
sobre
un vaso de whisky
y
vuelven al tormento inicial
que
se expande ahora a las dedicatorias.
Dormitan
sobre sus carátulas
pero
ya no conspiran, como otros, en los salones.
Buenos
y visionarios
no
confiesan nunca su debacle,
están
sobre el fin del mundo.
Lloran
porque la palabra se ha vuelto estúpida
y se
preguntan si ha sido legítima la espera.
Martha Kornblith (1959-1997). “Obra completa”. 2016. Caracas: Editorial Eclepsidra A.C.
Lucian Freud, "Hand mirror on chair" (1966) |
He
vivido entre los arrabales, pareciendo
un
mono, he vivido en la alcantarilla
transportando
las heces,
he
vivido dos años en el Pueblo de las Moscas
y
aprendido a nutrirme de lo que suelto.
Fui una
culebra deslizándose
por
la ruina del hombre, gritando
aforismos
en pie sobre los muertos,
atravesando
mares de carne desconocida
con
mis algoritmos.
Y sólo
pude pensar que de niño me secuestraron para una
alucinante batalla
y
que mis padres me sedujeron para
ejecutar
el sacrilegio, entre ancianos y muertos.
He enseñado
a moverse a las larvas
sobre
los cuerpos, y a las mujeres a oír
cómo
cantan los árboles al crepúsculo, y lloran.
Y los
hombres manchaban mi cara con cieno, al hablar,
y
decían con los ojos «fuera de la vida», o bien
«no hay nada que pueda
ser menos
todavía que tu alma», o bien «como te llamas»
y «qué
oscuro es tu nombre».
He vivido
los blancos de la vida,
sus
equivocaciones, sus olvidos, su
torpeza
incesante y recuerdo su
misterio
brutal, y el tentáculo
suyo
acariciarme el vientre y las nalgas y los pies
frenéticos
de huida.
He vivido
su tentación, y he vivido el pecado
del
que nadie cabe nunca nos absuelva.
Leopoldo María Panero (1948-2014). “Poesía (1970-1985)”. 1993. Madrid: Visor
Libros.
Cildo Meireles "Zero dollar" (1978-1984). |
Para
naciones imprecisas como maleza,
para
los nómadas que viven entre las rocas,
tribus
de baja estatura y cara de enfado,
y
para las familias unidas por adoquines
en
pueblos con molinos de oscuras mañanas,
la
vida es una muerte lenta.
Y
también sus distintas maneras
de
edificar, de bendecir,
de
medir el amor y el dinero
son
variantes de una muerte lenta.
El
día que uno pasa cazando un cerdo
o
celebrando una fiesta en el jardín,
horas
que dan fe
o
dan luz, avanzan
hacia
una muerte igualmente lenta.
Y decir
eso para algunos
no
significa nada; a otros les deja
sin
nada que decir.
Philip
Larkin (1922-1985). “Poesía reunida”. 2015. Barcelona, España: Penguin Random
House Grupo Editorial, S. A. U.
Banksy, "Devolved parliament" (2009) |
Nada
sentimentales
los poderosos
Nada
amables
los poderosos
Nada
sinceros
los poderosos
Nada
sensibles
los poderosos
Eso
sí
rancios
ejecutantes
vivisectores
graciosos
ostrones
los poderosos.
Miyó Vestrini (1938-1991).
“Pocas virtudes”. 1986. Caracas: Ediciones de la Dirección de Cultura,
Universidad Central de Venezuela.
James McNeill Whistler "Nocturne in Black and Gold, the Falling Rocket (1875) |
Todo
es abrir heridas,
y
nadie perdonó a nadie.
Herido
como tú e hiriendo,
hacia
ti encaminado vivía yo.
El
puro, el espiritual contacto,
por
cada tacto incrementado,
lo
experimentamos envejeciendo,
al
más frío silencio retirados.
Ingeborg Bachmann (1926-1973). “Últimos poemas”. 1999. Madrid: Ediciones Hiperión S.L.
Francisco de Zurbarán "The Holy Face" (1658) |
(—se impone la palabra ¡IMBÉCILES!)
1900,
60 y…
El
tegatro y su dogle
Así,
únicamente así, podía leer )yo(
con
gue, todo con gue, el libro de Artaud,
desde
un núcleo: aglutinado/
en
una época / Carrera
¿Artug?
¿Ogald? /Lamborghini
en
una época Kley
Kleiniana
/ Pequeñas cosas.
Un
salmón, nomás, y a la parrilla
El
Preámbulo )Nos(
La
Biblia
Pero,
¿estaremos ahora en una época post?
La
Constitución Nacional es o no es letra muerta.
Y lo
mismo la Iglesia. Y lo mismo
el
par
Partido
Comunista
¡Unión,
Unión Soviética!
Se
les impone la palabra:
a
los imbéciles.
Cuidado.
Prometen (y cumplen) la muerte.
Treinta
millones de espectros…
Osvaldo Lamborghini (1940-1985). Poemas 1969-1985. 2015. Barcelona, España: Penguin Random
House.
Gustave Courbet "The Deer" (1876) |
Dame
la espuma de la noche — yo era quien espumaba.
Dame
el vapor — yo mismo era.
Dame
un cabello más leve, un ojo más oscuro, un cojín más negro.
Dame
la tercera tras la segunda muerte.
El
sietemar deja fluir en mi vaso:
puedo
beber tanto tiempo como creas mezclar un veneno,
tanto
tiempo como tú primavera finja pareja de labios,
y
más tiempo que gires y nubles soles.
Tú
eres mi compañero de mesa, bebes de mi sed,
eres
como yo, pero yo no soy como tú,
pues
tú repartes y yo parto;
pero
lo que tú escancias lo bebo yo:
nunca
sabe más amargo que yo mismo era,
y
todavía tu sietemar es mi sietelágrima.
Paul Celan (1920-1970).
“Los poemas póstumos”. 2003. Madrid: Editorial Trotta, S.A.