LAS CALLES
Las calles de Buenos Aires
ya son mi entraña.
No las ávidas calles,
incómodas de turba y de ajetreo,
sino las calles desganadas del barrio,
casi invisibles de habituales
enternecidas de penumbra y ocaso
y aquellas más afuera
ajenas de árboles piadosos
donde austeras casitas apenas se aventuran,
abrumadas por inmortales distancias,
a perderse en la honda visión
de cielo y de llanura.
Son para el solitario una promesa
porque millares de almas singulares las pueblan,
únicas ante Dios y en el tiempo
y sin dudas preciosas.
Hacia el Oeste, el Norte y el Sur
se han desplegado –y son también la patria– las calles;
ojalá en los versos que trazo
estén esas banderas.
EL SUR
d Desde uno de tus patios haber mirado
ll las antiguas estrellas,
d desde el banco de
ll la sombra haber mirado
h esas luces dispersas
q que mi ignorancia no ha aprendido a nombrar
n ni a ordenar en constelaciones,
h haber sentido el círculo del agua,
e en el secreto aljibe,
e en el olor del jazmín y la madreselva,
e el silencio del pájaro dormido,
e el arco del zaguán, la humedad
– –esas cosas, acaso, son el poema.
UN PATIO
u Con la tarde
s se cansaron los dos o tres colores del patio.
Esta noche, la luna, el claro círculo,
no domina su espacio.
Patio, cielo encauzado.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.
Serena,
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.
Grato es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de una parra y de un aljibe.
Jorge Luis Borges (1899-1986). "Fervor de Buenos Aires", 1923 en Obras completas 1923-1972. Buenos Aires: Emecé Editores, 1974.
Joachim Beuckelaer, "Market Scene with Ecce homo", (1565) |
Caído de la nube menos proclive al estallido
Sin embargo / rebelde a ese amargo tronco
Gota a gota rana & musgo
expiación de pedrusco sin cascada
Desangro como a toro por los cuernos
el muñón resbaloso al que se aferra mi albedrío
Soy abeja africana que supera toda trampa
Dios exacto se hinca a mamarle la verga a Dios demente
Caín se le regala a Abel transformado en ajolote
de mirra & cempazúchitl
No habrá otro espejo más cercano a las heridas
de mi lengua
Soy aquél que llora
que coge lo poco que se encuentra
La caries que se chupa la mujer por no morderme
El arca de la Alianza confundida
El ala gambusina
La inabsorbible sangre
Los kilos de cerilla acumulada
tras la barda de vidrio de mi oreja anestesiada
Soy el último patio del último manicomio no dopado
Ni tengo sexo / Ni respeto a nadie
Gocé vivir
Beso a mi muerte
La empuño
la columpio
la salpico
la derrocho
No hay larva a quien no contagie de mi virus
Al miércoles de ceniza lo convierto en jueves
Porque son santos todos los balazos
Desde el primero al último.
Mario Santiago Papasquiaro (1953-1998). Aullido de cisne. México: Al Este del Paraíso, 1996.
Ernst Ludwig Kirchner, "Tavern" (1909) |
I remember my first erections. I thought I had some terrible disease or something.
I remember how good a glass of water can taste after a dish of ice cream.
I remember when I went to a "come as your favorite person" party as Marilyn Monroe.
I remember a dream I have had often of being able to fly. (Without an airplane.)
I remember when I worked in an antique-junk shop and I sold everything cheaper than I was supposed to.
I remember the clock from three to three-thirty.
I remember many Septembers.
I remember when I thought that I was a great artist.
Joe Brainard (1942-1994). I Remember. New York City: Granary Books, 2001.
Eero Järnefelt, "House in the park" (1910) |
Los paseos de delirio; di
que son paseos de delirio,
de las bocas
alevosas y escritos y signos
alevosos, di que son
inventados
por ti.
No digas de la lluvia:
ella llueve.
Di:
llueve.
Di
No digas
Di
No digas
Di
No lo digas
Paul Celan (1920-1970). “Los poemas póstumos”. 2003. Madrid: Editorial Trotta, S.A.
Millet, "The Bather" (1846-1848) |
Murió al brotar el sol, ungió su frente
la luz recién nacida
y se vertió en la tierra;
y el aire todo en derredor lloraba,
lloraba al cielo.
Abrió su seno la invisible sima
del infinito abismo,
y se sintió el aliento del misterio
bañar los campos.
Murió sobre el rocío de la yerba,
el azul de sus ojos
en el azul divino,
y caídos sus brazos
en los gigantes brazos de la Tierra.
Era la peregrina,
la errante en busca de su oscura patria,
del hogar nunca visto.
Vino..., se vino del poniente eterno,
de donde siempre muere el sol y nunca,
nunca amanece,
del ocaso sin fin, que ni la noche
corona y cierra.
Venía a ver nacer el sol divino,
mas no en busca del sol, sino tan sólo
del nacimiento.
Y al brotar de la tierra resignada
el padre de la vida,
voló a él su alma
y en su patria murió la peregrina.
[Sin fecha.]
Miguel de Unamuno (1864-1936). "Poesías sueltas" en Obras Completas, V. Madrid: Fundación José Antonio de Castro, 2002.
Jan Matejko, "Still life with fruits" (1852) |
Nada en propiedad, todo prestado.
Estoy empeñada hasta el cuello.
Tendré que liquidar la deuda
entregándome a mí misma.
Así está establecido:
devolver el corazón
devolver el hígado,
y cada uno de los dedos.
Es tarde para cambiar las cláusulas del contrato
Me harán pagar la deuda
junto con mi piel.
Ando por un mundo repleto de deudores.
Sobre unos pesa
el embargo de las alas.
Otros, quieran o no,
declararán las hojas.
Cada tejido nuestro
está en el Debe.
Ni una pestaña, ni una ramita
podrá ser conservada para siempre.
Hasta el último detalle está inventariado
y todo parece indicar
que hemos de quedarnos sin nada.
No logro recordar
dónde, cuándo y para qué
permití que me abrieran
esta cuenta.
La protesta contra eso
es lo que llamamos alma.
Y es esto lo único
que no está en el inventario.
Wislawa Szymborska (1923-2012). El gran número; Fin y principio y otros poemas, 2011, Poesía Hiperión.
Utagawa Kunisada, "Black" (1847-1852) |
They asked me if I was on fire and I said No no no no
no no no I did not want to make trouble I was lying I was
on fire on my legs and on my hands I was ashamed I tried
to hide my legs by kneeling I set the grass on fire The colors
were a pleasant green and orange combination I liked it and smoke
I was not in pain or on pain I was on fire and lying why
to the people Obviously they loved me were warm and pink
and vocal on a promising spring day with electric buds Electrifying
I mean I mean bright bright bright like a likeness of me I wanted
to gnaw and to gnaw on an extra large slice of my likeness
Heather Christle (1980). Columbia Poetry Review, no. 23, 2010. Chicago: Columbia College Chicago.
Anonymous, "Allegory of Sight" |
Es de necios preguntar de dónde venimos.
Nuestra estirpe es de apamates
y ríos negros sin peces oblicuando el
tiempo,
de dioses moribundos tan dueños de la
muerte
como de la lujuria; de niños
entrados en sueños perversos
bailando nuestros destinos como trompos
abriendo zanjas en la tierra. Ante la
vacilación,
nuestra sangre se arrastra con hilos de
viento
hasta los ecos de la caverna, y solo
devuelve
el aroma reconocido
del desamparo.
Francisco Camps Sinza (1988). "Procedencia" en Revista Literaria Ligeia, año I, número 1, julio 2023, Buenos Aires, Argentina.
Link: https://www.autoreseditores.com/libro/23717/revista-literaria/ligeia.html
François Chauveau, "Allegory of History" (17th Century) |
Una ciénaga de barro
animalitos muertos
y la virgen del pesebre ahogada.
No hay nadie que venga a salvarlos.
Desde la ventana,
una niña mira el diluvio divino.
El mar se ha desbordado.
El mundo ahora es agua.
No hay cabida para ella,
pronto también va a desaparecer.
Ni los padres podrán resguardarla
y quedará su casa en el fondo del mar.
Lloran los angelitos en el cielo
mientras las urnas (¿cuáles de tantas?)
se cuentan una a una en el televisor
¡Victoria, ha ganado el pueblo!
Pero ya ni Caraballeda existe
ni la playa, ni los malecones
ni los corales.
Somos puros animalitos muertos
que el mar se va tragando
traga, traga y ya no queda nada más.
Andrea Leal (Caracas, 1996). "La Guaira" en Revista Pasillo: Generación 20. No. 2, junio 2023.
Link: https://drive.google.com/file/d/1s59zalAIMLkziptRBDHUhDCaulqlBmEY/view