CASA DE BELLEZA (INFORME PERSONAL)

by - julio 12, 2023

 


Una calavera sobre un periódico en un mesón. Abajo del periódico está un libro.
Sebastian Stoskopff, "Vanitas Still Life with Skull" (1630)





Un metro cincuenta y cinco de pie 

a la intemperie 

cincuenta y siete quilos conservadores 

por obra y cuenta de la gravedad

(de acuerdo a las tablas 

hay lastre para arrojar

 según el riesgo y la deriva 

Julio Verne lo haría 

en cinco semanas de régimen 

aún hoy) así parezco 

la medida exacta de una criatura

terrestre entre la espada y la pared

minuciosos centímetros de un cuerpo

vivo sentenciado 

la estatura visible de las ganas 

de algo de nada 

la extensión precisa de una fuente 

de energía a término 

 la altura justa de un aparato

de vuelo consumiendo 

combustible sin reserva 

el trozo mensurable 

de una empresa de una

sociedad anónima desconocida.

El secador zumba crispa el cabello 

las orejas reciben señales interiores 

un casco de material plástico 

ajustado a un sillón donde resisto 

un viaje en el tiempo 

ayer era joven hoy soy  

como soy mañana seré vieja 

no estoy antes ni después precisamente 

estoy ahora puntual con mis arterias 

como tú como aquel 

en penumbra como siempre era lunes 

acaso o hace un rato  

me veo ahí nos vemos 

tú y yo frente a frente 

clavada en la pista del aeropuerto 

mientras parte un avión 

en el que voy contigo en hora 

pensándolo bien me quedo en tierra. 


Inunda la luz mis ojos que ven 

y los tuyos anfibios 

que me ven en una edad cualquiera 

dieciocho años de pronto acosada 

en la plataforma de un tranvía 

solitario veinticinco pueden ser 

desesperados aplausos en el paraíso 

de un estudio auditorio 

treinta quizá que cien volando 

cuarenta recién estos años

recostada en un helicóptero 

transparente para la eternidad. 


Pienso pocas cosas y está mal perderse 

las ideas del aire acondicionado

encendidas de gas de neón 

y señaladas por alambradas de púas. 


Sentada frente al espejo sin marco 

solo prendido con grampas a la sombra 

vertical y dura 

me miro minuciosamente 

sin lástima y doliéndome 

querría ser el más cruel el más 

despiadado de mis observadores 

para tomarle ventaja a la realidad 

el rosto mi cara lavada 

nadando entre las células del vidrio 

y la vieja vida de un ojo 

al otro como un pez en el agua 

las sensaciones ariscas levantan 

vuelo de la superficie mixta 

del cutis 

también el cuello cierra el collar 

de Venus una soga corrediza 

patas de gallo escarban la mirada 

desentrañando una frágil cañería 

pulsátil

hay nubes de polvo compactas

me ahogo a pesar de la escafandra 

y los tubos de oxígeno obligatorios. 


Aún distingo el pelo azul espeso 

los ojos un tercio del ancho de la cara 

color del iris castaño oscuro se diría negro 

cejas conformes 

nariz recta 

la boca regular con las comisuras 

caídas hago esfuerzos a veces 

por subirles la sonrisa 

estructura general armónica 

y nadie ni las arrugas 

ni las canas recientes que me asustaron 

la primera vez porque vi 

lo que no esperaba 

y nada todo parejo uniforme 

nublado ¿dónde estás? 

¿soy yo? 


quizá haya más agito el agua turbia 

resistente muevo debajo el río la turbina 

la madeja el pulso la corriente 

el motor la sonda el tajo 

la carrera el viento el tren 

la pista el jet el trueno el humo 

el humo el humo el recuerdo la lluvia 

la máquina de escribir la fruta la cama 

el sueño la estación la luz eléctrica

la paciencia la niebla la niebla espesa 

la cortina corrida se cierra el espejo 

como escritura en el agua 

de este lado me toco la mano 

que escribe desde hace mucho 

que deja sus huellas digitales 

una marca 

que no se repite 

en un expediente de rutina.





Amanda Berenguer (1921-2010). Descubrimientos. Santiago de Chile: Cuadro de Tiza Ediciones.  

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