Retrato de Baudelaire por Étienne Carjat (1863)
Naturaleza es templo donde vivos pilares
Dejan salir a veces palabras confundidas;
El hombre allí atraviesa entre selvas de símbolos
Que lo observan con sus miradas familiares.
Como esos largos ecos que de lejos se mezclan
En una tenebrosa y profunda unidad,
Vasta como la noche y como la claridad,
Los perfumes, colores y sones se responden.
Es que hay perfumes frescos como carnes de niños,
Dulces como el oboe, verdes como praderas
—Y otros, corrompidos, ricos y triunfadores.
Teniendo la expansión de cosas infinitas,
Como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
Que cantan los transportes de espíritu y sentidos.
CHARLES BAUDELAIRE (1821-1867). "Antología esencial", 2009. Caracas: Fundación Editorial el Perro y la Rana. Versión de Rodolfo Alonso.