Qué decirte hoy
si la madrugada fue tan difícil
madrugada de estigmas y estertores
sin espacio
para ti
para mí.
Al fin nos han encontrado amado
y somos exactamente como nos inventaron:
dolidos
fastuosos
desanimados
cómicos
furtivos
borrosos
desmadrados
Miyó Vestrini (1938-1991). "Pocas virtudes" (1986), Universidad Central de Venezuela, Caracas.
Caneo Arguinzones. Foto archivo
Caneo Arguinzones (Caracas, 1987-2014). "Zoo: Anatomía del insecto" Monte Ávila Editores, 2011.
Sé de tu lecho en mis sienes, vuelvo los ojos y te
[encuentro torpe enredado a mis meninges.
Es que te he amarrado a mi locura, he desquiciado en
[poseerte.
Ya las voces no me preguntan dónde hallarte, cuál tu
[nombre.
Ellas conocen mi tormento, tu dorso erecto y sordo
[silencio.
Caneo Arguinzones (Caracas, 1987-2014). "Zoo: Anatomía del insecto" Monte Ávila Editores, 2011.
Francisco de Quevedo y Villegas por Juan van der Hamen |
Representase la brevedad de lo que se vive
y cuán nada parece lo que se vivió
«¡Ah de la vida!»... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La fortuna mis tiempos ha mordido;
las horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Francisco de Quevedo
Armando Rojas Guardia. Foto de Lisbeth Salas |
A Silva Cova
Yo sé que debo recordar algo que supe,
algún sanguíneo secreto hoy coagulado,
el nombre escuchado en la prehistoria
(alguna confidencia prenatal),
la raíz de mi memoria fisiológica,
la luz del fondo que me alumbró de pronto
y se quedó, como grano de anís, en mi cerebro,
la glándula que tengo y no consigo,
este hueco de víscera reciente,
la forma en la que cupo mi estatura,
el cómo dibujado en mis dos manos,
el dónde presentido en mis dos pies,
el eje siempre inmóvil de mis gestos,
la letra que completo cada día,
el instante que me busca cada hora,
la fecha que me espera y que olvidé.
Armando Rojas Guardia "Del mismo amor ardiendo" (1967-1975). Monte Ávila Editores.
No: toda palabra está de más. ¡Sosiega!
¡Deja, de tu voz, sólo el silencio anterior!
Como un mar errante a una playa desierta, llega
A mi corazón el dolor.
¿Qué dolor? No sé. ¿Quién sabe saber lo que siente?
Ni un gesto. Sobreviva apenas a lo que tiene que morir
El resplandor de la luna y la hora y el vago perfume indolente
Y las palabras por decir.
Fernando Pessoa (1888-1935). Poema inédito, fechado el 12-6-1918.
Versión de Teódulo López Meléndez, Fundarte, 2014.
Juan Calzadilla "Homenaje a Kandinsky", 2005. |
Date cuenta de que el humo
de las fábricas es de espesor
más lacrimoso que el humo de los motines.
Date cuenta del giro de 180 grados
que la conversación a sí misma debe imprimirse
para alcanzar (por alguna vía secreta
que las palabras ignoran)
el meollo de las cosas.
Date cuenta de que un ocho
no es sino otro ocho al revés
y de que con cualquier cifra
se nos tapa la boca.
Date cuenta de que los nombres
son apenas los sacos donde nos meten
para ser arrojados más pronto al basural.
Date cuenta de lo que necesita
rondar a trancos un pie
para ser considerado
la quinta parte de una llanta.
Date cuenta de que darnos por vencidos
no significa aún
que nos hemos dado cuenta.
Caravaggio "La incredulidad de Santo Tomás" 1601-1602 |
Tal vez los grandes acontecimientos
surgen por no saber
hacia dónde o por qué
Los ausentes
los enfermos
siempre
deciden ir hacia ninguna parte
y logran encontrar
en la duda de la llaga
el dulce sonido
extraño concepto
de lo divino
Raúl García Palma (Caracas, 1958) extraído de "Lugar sin monumentos", 2005.
Cuando en realidad no estoy a favor ni en contra de las instituciones,
(¿Qué tengo yo que ver con ellas, o con su destrucción?)
Sólo quiero establecer en el Manhattan, y en cada ciudad de estos Estados interiores y
marítimos,
Y en los campos y los bosques, y sobre cada quilla, grande o pequeña, que mella las aguas,
Sin edificios, ni reglas, ni administradores, ni discusiones de ninguna clase,
La institución del querido amor de los camaradas.
Walt Whitman "Hojas de Hierba" versión de Alberto Manzano.