Lie there, in sweat and dream, I do, and "There"
Is here, my bed, on which I dream
You, lying there, on yours, locked, pouring love,
While I tormented here see in my reins
You, perfectly at climax. And the lion strikes.
I want you with whatever obsessions come-
I wanted you obsessions to be mine
But if it is that unknown half-suggested strange
Other figure locked in your climax, then
I here, I want you and the other, want your obsession, want
Whatever is locked into you now while I sweat and dream.
Muriel Rukeyser
Dibujo de María M. Bautista (Tomado de laotraceguera.tumblr.com) |
Mi sombra y yo alargadas
bajo el disco solar que se desploma;
oscuras, invisibles
si se cierra la noche;
nuevas, mi luz y yo
cuando comienza el día.
Mis pasos me conducen hacia mis propios pasos,
mis gestos son espejo de mis gestos,
lo que digo lo he dicho ya mañana.
Los altísimos ojos de párpados
inmóviles
de las casas conocen mis
horarios.
Los que me observan siempre son los
mismos.
Hay algo ritual en la rutina:
el drama de la muerte cada noche,
el renacer en las acciones mínimas,
el regreso al lugar del que venimos.
Y el nudo del deseo
que es nuevo cada vez y es
invariable.
Mi vida es imitación de vida
y recreación de muerte
y volver a tus brazos.
Allí el mundo y el tiempo flotan lejos:
islas soñadas en la duermevela.
MARÍA M. BAUTISTA (España, 1990). Poema tomado de
lacegueradepiero.blogspot.com
Las cosas que mueren, jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio se queda
es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué triste las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón... Silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más!...
Alfonsina Storni (1892-1938)