Rembrandt van Rijn, "Self-Portrait" (1659) |
Uno de mis deseos es que esos oscuros árboles,
tan ancianos y firmes que apenas se alteran con la brisa,
no fueran, digamos, la máscara solamente de una sombra,
sino que hasta el último abismo se extendieran.
Pero no solo no me detendrán sino que un día
hacia su vastedad me atreveré a deslizarme,
sin miedo a no encontrar jamás el campo abierto,
o una carretera donde la lenta rueda esparza arena.
No veo por qué debiera alguna vez volverme,
o por qué no debieran perseguir mi rastro
para alcanzarme, aquellos que aquí me echan de menos
y ansían saber si todavía les tengo alguna estima.
No me encontrarán distinto de aquel que conocieron:
solamente más seguro de todo lo que creía cierto.
Robert Frost (1874-1963). Poesía completa, 2017. España: Ediciones Linteo.